En esta fase la relación con el cliente es central, en virtud de que la piezas producidas forman parte de su proceso de producción. Por tal motivo nuestro trabajo no termina en la entrega de la pieza, sino que acompañamos de manera cercana a nuestros clientes, resolviendo sus dudas, atendiendo a sus sugerencias e inclusive realizando los cambio o mejoras en la optimización de acabados y fechas de entrega, de tal forma que se acoplen de manera orgánica a su ciclo productivo.
1. La materia prima (plástico virgen de diferentes tipos) se introduce en la tolva, y de ahí baja a una cámara de resistencias previamente calibrada a diferentes tipos de temperaturas, dependiendo de la materia prima a inyectar (desde 80 grados hasta 300 grados aproximadamente).
Sabemos perfectamente cómo calibrar la maquinaria para obtener las piezas que se deseen con el nivel de calidad requerido.
2. En esta cámara de resistencias se funde el material y se inyecta también a diferentes presiones hacia el molde. Una vez que está el molde tiene un ciclo de tiempo en donde se solidifica y toma la forma de la pieza, que cuando se ha enfriado es expulsada de la máquina
3. Las piezas producidas se trasladan a almacén en donde se revisan una por una y se empacan para su distribución y entrega.